La “conspiranoia” satánica
por Manuel Carballal
Fui yo quien descubrió la identidad del fundador de la Iglesia de Satán en España y también la de su último presidente; quien recibió el “testamento” del Gran Maestre de la Orden Iluminati tras su condena a prisión; quien localizó e identificó a grupos como Ocinatas Otluc, Lucifer´s Friends, Nuevo Orden Dragano, etc, que nadie conocía y hoy aparecen citados en todos los listados de sectas satánicas, etc.
A pesar de la inversión de tiempo y dinero, y los riesgos que a veces implicaron dichas investigaciones, abandoné el tema a raíz de un caso especialmente traumático y durante décadas permanecí en el anonimato, permitiendo que otros hiciesen suyos mis descubrimientos. Asistiendo atónito al cúmulo de conjeturas, especulaciones y fabulaciones que se publicaban, una y otra vez, sobre las sectas satánicas en España, exagerando, manipulando y tergiversando mis hallazgos. Todos los autores, supuestos expertos y presuntos periodistas, tenían algo en común: no habían visto ni hablado con un satanista de verdad jamás.
Ni la Iglesia, ni la policía ni la prensa tenían porqué molestarse en hacer el trabajo sucio. Ninguno estaba dispuesto a meterse en la boca del lobo… Ya me tenían a mí para eso.
Ebrio de ingenuidad y fe, y de furia contra el Maligno tras el caso de Javier Marcial, aquel joven con vocación de sacerdote y un compromiso inquebrantable con lo que consideraba entonces la Verdad, estaba dispuesto a aceptar incluso el martirio como una opción razonable. Cosas de la juventud y la inexperiencia.
Tras conocer como se obtuvo toda la información a la que vas a acceder, y las increíbles anécdotas que acompañaron cada investigación de campo en el seno de las sectas satánicas, probablemente compartirás mi perplejidad por haber salido casi indemne de ese mundo oscuro, confuso y delirante…
Nunca me ha interesado el protagonismo. De hecho he soportado la creciente cascada de tonterías que se han publicado, manipulando mis investigaciones, durante décadas. Pero soy consciente de que al compartir mis notas de campo, la historia puede parecer un relato de ficción cinematográfica. Lo lamento. Pero así es como ocurrieron las cosas, y no se me ocurre otra forma mejor de contar los hechos que manteniendo la fidelidad a mis cuadernos de campo.
A partir de ahora, conociendo en detalle como se obtuvo originalmente la información de cada uno de los grupos que en pleno siglo XXI aparecen sistemáticamente citados en alarmistas informes oficiales sobre el satanismo en España, podrás valorar con más elementos de juicio que hay de real, y que de añadido, en los libros, artículos y programas realizados por “expertos” en satanismo, que no han hablado cara a cara con un satanista en su vida. Y lo que es más importante, conocerás los argumentos, razonamientos y experiencias “místicas” que los llevaron a ellos, a los satanistas, a rendir culto al Diablo.
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