Durante la investigación que dio lugar a mi libro “El Diablo. El Síndrome del Maligno”, junto con Gabriel Carrión, he tenido la oportunidad de encontrar varios testimonios directos, en primera persona, que afirmaban haber presenciado un sacrificio humano en el transcurso de un ritual de magia negra o satanismo.
Rafael Valera, por ejemplo, fue el sacerdote satánico velenciano que en su día había iniciado a las famosas “Hijas del Halo de Belzebú”, que tanto dieron que hablar en la prensa española cuando se descubrió la existencia de esta secta satánica femenina. Según explicó, ante las cámaras, Rafael había viajado a San Francisco (EEUU) para iniciarse como satanista muchos años antes. “Y allí pude ver con mis propios ojos como asesinaban un niño, como ofrenda al Diablo. A mi aquello me produjo una crisis de fe, en mis creencias como satanista. Porque yo no concebía ese extremismo fanático en mi religión”.
Jimmy Jimenez Arnáu, conocido cronista social, fue compañero mió en el programa “Sabor a Verano” de Antena 3, donde yo tenía una sección de sucesos y crónica negra en la que, eventualmente, se tocaba el tema de la criminalista esotérica. Y ante mis cámaras Jimenez Arnau narró por primera vez como presenció el sacrificio de un niño en una fabela de Brasil, cuando su padre era diplomático español en aquel país. “Primero hicieron unos cánticos y unos rituales, y luego mataron unos pollos y unas cosas. Después cogieron a un niño pequeño, lo mataron y lo enterraron en el suelo dejándole una mano fuera… una mano que todavía se me aparece muchas veces en mis pesadillas…”.
Pero sin duda el testimonio más inquietante que he podido recoger es el de M. F. una sacerdotisa satánica catalana que formaba parte de una secta presuntamente denominada “Los hermanos de Changó”, que llegarían a realizar “trabajitos” de magia negra por encargo, incluyendo sacrificios humanos.
Según su cuestionado testimonio, que me llegó de la forma mas rocambolesca posible, pero repleto de datos, fechas y nombres que fueron debidamente confirmados, ella misma participó en una misa negra, en Barcelona, en la que un niño de pocos meses de edad habría sido asesinado:
“Mira Manuel, yo no sabia que iban a llegar tan lejos. A mi me dijeron que tenía que ir con un hermano de la orden a hablar con una familia gitana diciendo que eramos un matrimonio que no podíamos tener hijos, y que si nos cedían al niño para adoptarlo no le iba a faltar de nada. Así lo hicimos. Lo que yo no sabía es que ese niño iba a ser sacrificado después en una misa negra que había encargado una empresaria muy rica de Barcelona, cuyo marido la había dejado por otra. En el ritual yo misma vi como abrían al niño con una daga y todos bebimos de su sangre. Después hicimos desaparecer el cuerpo con cal viva. Fui a la policía para denunciarlo pero no me creyeron. Y se que no fue la primera ni la última vez que lo hicieron…”.
COMPRAR AHORA "CULTOS SATÁNICOS" con Paypal (envío certificado)
DESDE ESPAÑA
RESTO DEL MUNDO
Con envío certificado a |
0 comentarios:
Publicar un comentario