El asesinato como una de las bellas artes
“Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis”. Génesis 9:4.
En 1827 un periodista, crítico y escritor británico, hijo de un adinerado comerciante y educado en los mejores colegios de Bath, Winkfield, Manchester y Oxford, publicó “Del asesinato considerado como una de las bellas artes”.
Un lugar siniestro y sombrío donde Darwin no tiene cabida. En el que millones de años de evolución involucionan, para dejar aflorar la naturaleza más perversa y sanguinaria de nuestra naturaleza. En el que, en pleno siglo XXI, como en los tiempos de los aztecas, celtas, cretenses, mayas, vikingos, etc., se recupera la creencia de que un asesinato podría tener una justificación sobrenatural. Y que la sangre, como en el sacramento católico de la comunión, es la portadora de vida y purificadora de los pecados para criaturas hematofágicas con apariencia humana.
Mi viaje al siniestro mundo de los vampiros y los hombres-lobo comenzó, como todos, a edad muy temprana. En las entrañas frondosas, verdes y salvajes de mi Galicia natal… 5
Cazando vampiros en el siglo XX
Ya. Supongo que hoy suena ridículo. Pero para aquel adolescente obsesionado con el mundo de lo sobrenatural y el misterio, agazaparse entre las lápidas del cementerio de A Raña (Pontevedra), esperando a que el sol se pusiese y la noche se hiciese dueña y señora del camposanto, resultaba la única opción razonable. Al fin y al cabo, estaba intentando cazar a un vampiro…
Ya. Entiendo que parece absurdo. Incluso a mediados de los años 80 del pasado siglo XX. ¿Quién puede tomarse en serio la leyenda de los vampiros? Pero es que los testimonios que mis compañeros del Grupo FENIX6 y yo habíamos recogido eran demasiado coincidentes como para ser una invención.
Durante meses habíamos entrevistado a diferentes testigos que afirmaban haber visto a un vampiro -así, con todas las letras- en diferentes cementerios gallegos.
Ya. Asumo que es increíble. Pero todos los testigos que habíamos encuestado en Marín, Poio, Pontevedra, etc., coincidían absolutamente en la descripción que hacían del misterioso personaje: alto, delgado, pálido, vestido de época, ataviado con una capa negra y roja (alguno incluso dudaba si eran alas) y con unos prominentes colmillos asomando entre sus labios, que afirmaban haber avistado mientras visitaban la tumba de algún familiar, en tal o cual camposanto. Y tras tantos años investigando fenómenos anómalos, sabíamos que lo aparentemente increíble con frecuencia es real… aunque no necesariamente como lo interpretan los testigos.
Eran personas que no tenían ninguna relación entre ellas. No se conocían. No vivían en la misma ciudad. Pero describían exactamente lo mismo. Así que por inverosímil que resultase su relato, era evidente que algo estaba ocurriendo en nuestros cementerios.
Sin embargo, el testimonio que nos hizo tomarnos la historia del vampiro más en serio, fue el de un joven trabajador del Matadero Municipal de Pontevedra, situado al lado de la A-6 y muy cerquita de la iglesia de Santa María de Alba, quién nos aseguró que en varias ocasiones se había presentado en sus instalaciones un joven que describía como moreno, alto, delgado y vestido con un traje de época y capa, solicitando que le permitiesen beber la sangre de los animales recién sacrificados…
Como si se tratase de una encarnación física del Drácula más clásico de Béla Lugosi o Christopher Lee en la Galicia de finales del siglo XX con su capa, colmillos y todo. Como un viajero del pasado, arrancado de las páginas de la genial novela de Bram Stoker y materializado de la nada en nuestra realidad. Inaudito. Inaceptable. Imposible… Y sin embargo era real.
Así que, agazapado entre las lápidas del cementerio municipal de “A Raña”, en Marín, aguardando a que llegase la noche, volví a repasar las pilas de la linterna y la grabadora y el carrete de alta sensibilidad de mi austera pero resistente Zenit 11. Tan dura y pesada que podía utilizarse para hacer fotos, o como arma de defensa personal a falta de estacas de madera. Y esperé…
Tras nuestra alocada aventura, tomando “al asalto” de madrugada la sede satánica de los Lucifer Friend´s en A Coruña, esta vez no había conseguido “engañar” a ninguno de mis compañeros del grupo para que me acompañase.7
En invierno anochece muy pronto. A las siete de la tarde, con el cementerio todavía abierto, la oscuridad ya había caído sobre el camposanto. Desdibujando las espectaculares vistas de la ría que se pueden contemplar desde el lado oeste.
Escondido entre tumbas, nichos y panteones, aguardé a que terminase el horario de visitas y los enterradores cerrasen la verja metálica para regresar a sus casas. Ahora solo estábamos los muertos y yo, aguardando la visita del vampiro...
NOTAS
1 La victimología, con disciplina centrada en el estudio de la víctima del delito, no nació hasta bien entrado el siglo XX.
2 Ver, por ejemplo, el capítulo dedicado a Javier Rosado, “el asesino del rol”, en “Crimen ritual y rito criminal”, el Cuaderno de Campo nº 4 de esta colección.
3 Bonn, Scott, “Why we love Serial Killers: The curious appeal of the world´s most savage”. Skyhorse, 2014.
4 Surtees, Joshua. “Hablamos con adolescentes feministas obsesionadas con los asesinos en serie”. Vice. Mayo, 2017. https://www.vice.com/es/article/avmnge/hablamos-con-adolescentes-feministas-obsesionadas-con-los-asesinos-en-serie
5 Como en los Cuadernos de Campo anteriores, he subido al canal de El Ojo Crítico en Youtube, con la etiqueta “los archivos de EOC”, diferentes documentales, videos y programas, a los que iré haciendo alusión en las próximas páginas. https://www.youtube.com/channel/UCvXlGvuefNBjBN8c11_4BBQ
6 Colectivo infantil de jóvenes aficionados a lo paranormal fundado por el autor en A Coruña, a principios de los años 80. Ver “Cultos satánicos” y “Encuentros Cercanos del Tipo 4”. Cuadernos de Campo 2 y 4 en esta colección.
7 “Cultos Satánicos”, Cuaderno de Campo n.º 2. Caso 01.
8 En 1985 los vecinos de la comunidad gitana de Penamoa (A Coruña) comenzaron a patrullar por las noches el perímetro de su barrio armados con rifles y escopetas de caza, llegando a abrir fuego contra lo que interpretaban como una criatura sobrenatural. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía se vieron obligados en varias ocasiones a intervenir ante los improvisados tiroteos nocturnos. Toda mi investigación de este caso esta incluida en “OVNI: Alta Extañeza”, el Cuaderno de Campo nº1. Caso nº 10.
9 Vallgorguina fue el escenario, precisamente en 1985, de la supuesta abducción de Xavier C. por seres también de aspecto monstruoso, inmortalizados en una serie de fotografías tan espectaculares como fraudulentas. Nuestra extensa, detallada y descorazonadora investigación del caso Xavier C. puede consultarse en “Encuentros Cercanos del Tipo 4”, el Cuaderno de Campo nº 6. Caso nº 8.
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